“Es tan importante confiar en ti, como en lo que puedes lograr a través de tus capacidades y talento”
Hoy quise tomar esta oportunidad para hablar de emprendimiento, después de que alguien me preguntó, ¿Es normal tener miedo de ser emprendedor?
¡Definitivamente! Es normal siempre sentir temor a lo desconocido y sobre todo a las decisiones que dependen de ti y afectan tu futuro y el futuro de un grupo de personas.
Pero la confianza en tus sueños, te da la seguridad necesaria para visualizar y llegar a obtener los resultados que esperas.
Cuando decides emprender estás tomando un camino con bastantes curvas, obstáculos, pendientes y bajantes. Sumándole a eso las diferentes emociones que tienes que vivir dentro de un mismo día laboral, donde te despiertas lleno de felicidad, luego pasas a una etapa de tristeza porque las cosas no están corriendo bien, y en la mitad del día llega la frustración porque lo que tenías planeado posiblemente no va a resultar. Es ahí donde comienza la angustia y el estrés por resolverlo, pero al final llega una grandiosa idea de implementar el plan B, el cual funciona perfecto y terminas el día súper feliz después de tanta presión. Aunque no sea en este mismo orden, lo que si te puedo asegurar es que la vida cotidiana de un emprendedor está acompañada de un sinnúmero de emociones.
En pocas palabras, así se puede describir el manejo emocional de un empresario, lo cual es importante analizar antes de emprender el camino porque no todos están dispuestos a vivir cambios tan extremos y rápidos en un mismo momento.
Todos los días nacen grandes ideas pero también mueren muchas, el éxito de que crezcan o mueran no dependen de lo novedosas que sean o del capital financiero que tengas, dependen más de la organización de tus ideas y del plan de implementación para desarrollarlas. Recordemos la frase “El éxito es 10% ideas y 90% ejecución”
Pero si tienes clara la misión como emprendedor, va a ser muy gratificante conducirlo, aunque sinceramente, no es una tarea fácil.
Muy seguramente hay muchos que se estarán preguntando, ¿cómo emprender? pero es tan sencillo como seguir tu instituto.
Lo que si podría recomendar antes de comenzar a emprender, es reflexionar en seis preguntas y escribir las respuestas. Esto va a permitir aclarar tu decisión y darte cuenta si realmente estás preparado para asumir una responsabilidad tan seria como lo es ser empresario:
1. ¿Cuál es la razón principal que te motiva a ser empresario?
2. ¿Qué esperas de tu negocio y en cuánto tiempo?
3. ¿Cuánto tiempo pretendes invertir diariamente en tu negocio?
4. ¿Cuál es el plan de acción para llevar esa idea y mantenerla?
5. ¿Qué pasa si el negocio fracasa y pierdes todo lo que invertiste?
6. ¿Qué tanta capacidad tienes de reinventarte continuamente?
Tú eres el único que conoce tu propia capacidad para actuar y resistir. Respondiendo estas preguntas podrás darte cuenta si estás preparado para comenzar este emocionante camino, del cual no depende sólo tu bienestar, sino que involucras la satisfacción de otras personas, como los son tus clientes y tus empleados.
Cuando eres emprendedor lo llevas dentro de ti y estás preparado para reinventarte las veces que sea necesario. Para encontrar en las adversidades las oportunidades y ver todo lo positivo de lo que sucede en tu entorno, incluyendo en esos momentos oscuros en los que quisieras correr o gritar.
Un emprendedor es tan vulnerable a los factores externos e internos de un negocio, que necesita tener el carácter necesario para no rendirse. Con este artículo mi interés no es desmotivarlos, por el contrario es impulsarlos a emprender, conociendo algunos de los factores que son importantes considerar para tener la claridad y tomar una decisión acertada.
En mis años de consultoría me he encontrado con personas que comienzan súper impulsadas con una idea, pero al establecer su plan de negocio se dan cuenta que definitivamente no es lo que quieren hacer y
renuncia. Pero también he podido trabajar con empresas increíblemente inspiradoras donde todo comenzó con una idea firme de su dueño, que sabia claramente las capacidades que tenía y confiaba plenamente en él.
Ambos escenarios son muy validos y tienen una lección muy importante “Reconocer la razón de ser, de lo que queremos hacer”
Regresando a la pregunta inicial, por la que comencé a escribir este artículo y compartir mi experiencia como emprendedora, es recomendarles que antes de emprender hay que estar seguro y consientes del significado de “EMPRENDER”, para no ser una más de las ideas que quedan en el comienzo y cierran las puertas después de hacer una gran inversión; sino más bien ser un caso modelo que inspire a muchos.
Ten claro que todas las ideas, servicios y productos son grandiosos y que siempre se pueden encontrar en ellos un valor diferencial para sobresalir en el mercado. Pero también hay que tener claro que se necesita la capacidad intelectual y humana para aprender a escuchar, observar y admitir con humildad que hay mejores que tú y de los que puedes aprender bastante, pero únicamente depende de ti si lo haces y aprovechas la experiencia de ellos.
No todos tienen el alma y el carácter de un emprendedor, pero si estás seguro que tú lo tienes, es el momento de integrar un plan de acción, que lo acompañes de la constancia, el tiempo necesario y sobretodo de la firmeza para no renunciar ante la primera caída.