El marketing cambia todos los días porque los mismos consumidores lo piden y la transformación que ha venido teniendo en los últimos años, mucho más después de la pandemia, ha sido a pasos gigantes.
Los consumidores de hoy nos acercamos a marcas humanas, empáticas, reales, que generan conexión y nos brindan algo más que una transacción.
Es por eso, que como empresarios tenemos que trabajar para que nuestras marcas generen esa conexión y sean lo más reales posibles. Pero un GRAVE ERROR que se ve en algunos empresarios en el afán de mostrar una imagen robusta pero falsa, es comprar seguidores en las redes sociales y no se dan cuenta que esto en vez de ayudar, es un arma que puede acabar con la reputación de la marca.
Los caminos cortos pueden ser rápidos y sencillos pero no son los mejores y comprar seguidores en vez de traer beneficios para tu marca puede ser un obstáculo para el posicionamiento, aceptación y crecimiento de tu comunidad y clientes.
Si queremos marcas humanas y reales, comprando seguidores se está haciendo todo lo contrario porque son seguidores falsos, robots que no sienten y que no van a poder generar o mantener las emociones, el mensaje, la voz de la marca, y mucho menos van a generar empatía.
Antes de comprar seguidores, pregúntate si estarías dispuesto a pagar para comprar a tus amigos o relaciones. Si lo hicieras, ¡Nada bueno podrías esperar de eso!
Tus seguidores son embajadores, son voz y a la vez defensores para tu marca. No cometas el grave error de comprar relaciones falsas.