¿Te has preguntado qué tan feliz eres con tu trabajo, con lo que haces y con el impacto que éste está generando para tu vida y para los demás?
Les comparto la historia de “Julio” mi árbol, el cual estaba sembrado en la parte izquierda de mi casa, pero nunca florecía y por el contrario lo veía apagarse cada vez más.
Un día decidimos moverlo al otro costado de la casa, donde entraba más sol y donde la tierra era más fértil. Les confieso que tenía mucho temor de que no resistiera el cambio, ya que durante la movida se afectaron muchas hojas, tuvimos que cortar raíces que estaban muy enterradas, además lo maltratamos mucho porque sacarlo de su zona fue un poco agresivo porque pesaba tanto, que con mi esposo tuvimos que hacer muchísima fuerza para levantarlo y sembrarlo.
Desde ese día hasta hoy, he visto como día tras día va mejorando y cambiando su aspecto, floreciendo cada vez más. ¡Hoy qué sorpresa tan especial cuando salí al jardín y “Julio” estaba súper florecido! Más que los otros días.
Inmediatamente asocie esta historia con el día del trabajo y pensé, cuántas personas por X o Y motivo están insatisfechas en su trabajo y no pueden crecer, ni florecer.
Hoy en honor al día del trabajo reflexionemos y pensemos que quizás sólo se necesita un cambio de lugar, sin importar la edad, la antigüedad, las raíces profundas que tengas en esa empresa. Existen otros lugares donde llega mejor luz, donde hay un mejor suelo y puedes ser más apreciado que vas a florecer y crecer muy alto.
Mi árbol siempre estuvo tan escondido, en un lugar donde había poca visibilidad, que nunca valoramos lo hermoso que era. En cambio ahora lo vemos en todo momento y podemos apreciar su belleza y resplandor.
Lo llamamos “Julio” porque lo movimos al final del mes de Julio y lo bautizamos así confiando que este cambio sería mucho mejor para él, y que era como volver a nacer. Que a pesar del maltrato y el dolor que pudimos ocasionarle al cambiarlo de lugar, él podía volver a echar raíces y hasta más profundas que las otras.
Hoy en honor al día del trabajo, reflexionemos dónde podemos florecer y ser ¡plenamente felices!