Nos encontramos en una realidad donde todo se basa en los mensajes que recibimos y en el intercambio que tenemos diariamente con todo nuestro entorno. Vamos a tanta prisa que no tomamos el tiempo suficiente para saber escuchar y procesar los mensajes correctamente y un gran porcentaje de errores se debe a la ausencia en saber escuchar.
Para los que no saben, soy licenciada en comunicación y cuando decidí estudiar esta carrera pensaba en la acción de transmitir mensajes e informar a otros, más que en recibir. Pero a lo largo de mi vida y en el mundo empresarial, comprendí que el poder y el mayor valor de esta grandiosa disciplina está en saber escuchar, porque a través de ello he podido alcanzar grandes objetivos, entre estos lograr negociaciones de gran beneficio y crecimiento para mí y para mi empresa. Al igual he cultivado relaciones y he traído a mi vida grandes aprendizajes.
Detrás de cada persona hay una historia, unas necesidades… y cuando escuchas se desarrollan otras habilidades como la empatía, la sensibilidad, la humildad, además la conexión y similitudes que puedes encontrar con esa otra persona.
Me encanta comparar la comunicación con la comida, donde es indispensable masticar muy bien el alimento para procesarlo, digerirlo y que verdaderamente alimente. Así mismo es la comunicación, necesitamos escuchar, recibir el mensaje, absorberlo y tomar el tiempo necesario para procesarlo para saber responder.
Algunos tips que te puedo compartir para que la comunicación sea efectiva en tu diario y cumpla con su propuesta de valor en las negociaciones:
Presencia plena: Estar presente todo el tiempo, física y mentalmente. ¡Estar enfocado! No estar haciendo otras cosas mientras está hablando, ni dejarse distraer por agentes externos.
Nunca pierdas el contacto visual: Mirar a los ojos conecta el mensaje y hace que profundicemos. La mirada transmite muchas cosas.
Colócate en los zapatos del interlocutor: El respeto por el interlocutor es muy importante. A ninguno nos gusta estar hablando y que los demás estén haciendo otras cosas. Además entender que puede estar viviendo, sintiendo o pensando esa persona y cuáles son sus intereses.
Conecta los sentidos: Todos los sentidos están interconectados y a través de ellos puedes absorber otros mensajes diferentes al verbal. Cada uno se utiliza para una acción determinada.
Resiste la necesidad de interrumpir: Todos queremos hablar y compartir nuestros pensamientos. Pero cuando interrumpes se rompe el impacto del mensaje.
Genera empatía con las emociones: Siempre que transmitimos mensajes nuestro cuerpo también cambia y tenemos reacciones corporales que se acentúan de acuerdo a los sentimientos que se están conectando durante la conversación.
Pregunta: Obtener la mayor información posible te permite tomar decisiones o respuestas más acertadas y alineadas a tus objetivos.
Si tienes tiempo, piensa y analiza cautelosamente antes de responder: Cuando estamos en medio de una negociación,los clientes quieren escuchar respuestas inmediatas. O si estás del lado contrario la empresa quiere que tomes decisiones instantáneas. Hay que analizar y revisar el mensaje e información antes de tomar acción para que no te equivoques por ser apresurado.
Cuando sabes escuchar, sabes entender y dar respuestas más acertadas que se transforman en negociaciones exitosas.